Como consultora, nos mueve implementar transformaciones organizacionales basadas en el “Principio de igualdad de los humanos” (Singer, 1993) que establece que más allá de as diferencias que puedan existir entre dos personas, ninguno de ellos debiera gozar de una mayor -o sufrir de una menor- consideración hacia el otro. Este principio ético no considera que todos los humanos sean iguales sino que todos deben ser tratados de igual manera, independientemente de su origen étnico, religión o creencias, nacionalidad, condición socio-económica, orientación sexual y género.